La semana
antepasada el señor Ricardo Monreal, coordinador de la campaña presidencial de
Andrés Manuel López Obrador presentó lo que se dijo eran las pruebas
suficientes para demostrar la triangulación de recursos provenientes del
Gobierno del Estado de México que fueron a parar a la campaña del candidato
Enrique Peña Nieto, no bien habíamos digerido tremenda noticia cuando un
representante de Scotiabank –banco en el que se abrió la controversial cuenta-
dio una versión oficial del la institución financiera desmintiendo que la
cuenta perteneciera a Luis Videgaray Caso, diputado federal con licencia y fue
Coordinador General de la Campaña de Enrique Peña, según lo había demostrado
con documentación y recibos el señor Monreal, al día siguiente, éste último
abrió contrafuego contra la versión priísta dando pruebas fehacientes de que lo
dicho era verdad, además de los documentos presentados y muchos otros más,
presentó una grabación en la que un individuo haciéndose pasar por Videgaray
pedía estados de cuenta y movimientos a través de la línea de atención a
clientes del banco, en dicha prueba fonográfica quedó patente que el pronunciamiento
del movimiento progresista era certero y que los mentirosos eran otros…
Entonces llegó el partido de semifinales de la selección mexicana en contienda
contra Japón y la cortina de humo pareció hacer sus efectos con total eficacia
pues muy pocos se enteraron del pronunciamiento que hizo el Gobierno de Eruviel
Ávila, diciendo que la cuenta no pertenecía a Videgaray, aunque reconocían que
la cuenta si pertenecía a su cartera oficial, gravísimo, ya fuera o no fuera de
Videgaray, el desvío de los recursos estaba ahí, pero ellos trataban de
distraer la atención a otro punto; fuera quien fuera el que abrió y operó la
cuenta, hay que dejar en claro que el fondo bancario estaba bajo los términos
de operación gubernamental. Lo más atroz del caso es que ni el banco, ni el
mismo gobierno mexiquense dieron a conocer al propietario de la cuenta, por
aquello del secreto bancario supongo; pero debemos recordar que era una cuenta
oficial la que estaba involucrada en este despilfarro y era necesario dar las pruebas
necesarias y los nombres de los cuentahabientes para dar certeza y tranquilidad
y demostrar, como ellos decían, que todo era una mentira; ahora quiero retomar
esto último si usted me lo permite señor lector, ni el gabinete priísta, ni los
voceros gubernamentales aportaron las pruebas para desvirtuar las acusaciones
monrealistas, cosa que contrastó con quienes apostillaron las acusaciones.
Permitame ser tan minucioso y neurótico, pero es que a menudo a todos se nos
olvida o pasamos por alto ciertos detalles por todo el ruido que genera ésta
información. Así que resumiendo diríamos: Moneral acusa al Gobierno del Estado
de México de desviar recursos a la campaña del candidato priísta a través de
una cuenta de Luis Videgaray- acto delincuencial e inmoral- el banco y el
gobierno desmienten de inmediato que la cuenta pertenezca a Videgaray pero no
desmienten el desvío. ¡Listo! ya bien focalizado, prepárese para lo siguiente.

En vísperas del partido de la final de la escuadra olímpica mexicana
de futbol en contra de su similar brasileira, en conferencia de prensa, Joaquín
Codwell, dirigente del PRI, declaró en conferencia de prensa que la cuenta en
cuestión siempre sí pertenecía a Luis Videgaray, pero que el ya no la operaba, y
que el uso de dicha cuenta estaba EXCLUSIVAMENTE destinado al pago de la nómina
del gobierno estatal. ¿Quién miente? aquí podrá usted hallar coincidencias con
el caso Monex, en el que los priístas negaron rotundamente las acusaciones
hasta que las pruebas abrumadoramente los ahogaron terminaron reconociendo sus
actos bastardos; pero no termina aquí mi querido lector, el punto está en que
en días previos Monreal presentó un comprobante del Banco de México a través de
su sistema SPEI en el cual se demuestra el depósito de 50 millones de pesos a
un particular de nombre Marco Antonio González Pak, suponiendo, que es verdad
la versión priísta de los hechos, a que empleado se le paga tal cantidad de
dinero; si así fuero –qué no lo es- que vergüenza siendo que el Estado de
México es uno de los de mayores carencias, uno de los más mala administrados y
en uno dónde sus burócratas de bajo nivel, peores condiciones laborales tienen.
El gabinete de Eruviel no pudo sino decir que son mentiras y que presentara una
demanda penal en contra de Monreal, pero nunca presentaron prueba alguna que
demuestre su “inocencia”, palabra que no cabe en el vocabulario cuando se habla
del PRI. Entonces se sobreviene la segunda cortina de humo, la final de futbol
olímpico, México gana como se los pronostiqué hace algunos días en una
colaboración previa, a mi no me sorprende ni me extraña, se veía venir. Así
como pronostiqué alguna vez por facebook que Josefina Vázquez se terminaría
alineando y declinando a favor del PRI, y que levantó cometarios juzgando mi
enfoque como erróneo y conspirista. Ahora falta que el Banco de México se
pronuncie sobre la veracidad de la información presentada por Monreal y diga
quien está mintiendo. No me gustaría pronosticar esto, ojalá y me equivoque, me
gustaría mucho estar en lo incorrecto; pero es muy probable que el Banco de
México ya sea que guarde total silencio la respecto o se pronuncie a favor del
PRI tergiversando la información. No hay que se muy miope para verlo; sin
embargo hoy escribo esto con la más profunda amargura ya que el “triunfo” de
México en las olimpiadas, a anestesiado la visión y beligerancia de muchos de
mis más cercanos compañeros y amigos.

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