domingo, 12 de agosto de 2012

Que siempre sí...


La semana antepasada el señor Ricardo Monreal, coordinador de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador presentó lo que se dijo eran las pruebas suficientes para demostrar la triangulación de recursos provenientes del Gobierno del Estado de México que fueron a parar a la campaña del candidato Enrique Peña Nieto, no bien habíamos digerido tremenda noticia cuando un representante de Scotiabank –banco en el que se abrió la controversial cuenta- dio una versión oficial del la institución financiera desmintiendo que la cuenta perteneciera a Luis Videgaray Caso, diputado federal con licencia y fue Coordinador General de la Campaña de Enrique Peña, según lo había demostrado con documentación y recibos el señor Monreal, al día siguiente, éste último abrió contrafuego contra la versión priísta dando pruebas fehacientes de que lo dicho era verdad, además de los documentos presentados y muchos otros más, presentó una grabación en la que un individuo haciéndose pasar por Videgaray pedía estados de cuenta y movimientos a través de la línea de atención a clientes del banco, en dicha prueba fonográfica quedó patente que el pronunciamiento del movimiento progresista era certero y que los mentirosos eran otros… Entonces llegó el partido de semifinales de la selección mexicana en contienda contra Japón y la cortina de humo pareció hacer sus efectos con total eficacia pues muy pocos se enteraron del pronunciamiento que hizo el Gobierno de Eruviel Ávila, diciendo que la cuenta no pertenecía a Videgaray, aunque reconocían que la cuenta si pertenecía a su cartera oficial, gravísimo, ya fuera o no fuera de Videgaray, el desvío de los recursos estaba ahí, pero ellos trataban de distraer la atención a otro punto; fuera quien fuera el que abrió y operó la cuenta, hay que dejar en claro que el fondo bancario estaba bajo los términos de operación gubernamental. Lo más atroz del caso es que ni el banco, ni el mismo gobierno mexiquense dieron a conocer al propietario de la cuenta, por aquello del secreto bancario supongo; pero debemos recordar que era una cuenta oficial la que estaba involucrada en este despilfarro y era necesario dar las pruebas necesarias y los nombres de los cuentahabientes para dar certeza y tranquilidad y demostrar, como ellos decían, que todo era una mentira; ahora quiero retomar esto último si usted me lo permite señor lector, ni el gabinete priísta, ni los voceros gubernamentales aportaron las pruebas para desvirtuar las acusaciones monrealistas, cosa que contrastó con quienes apostillaron las acusaciones. Permitame ser tan minucioso y neurótico, pero es que a menudo a todos se nos olvida o pasamos por alto ciertos detalles por todo el ruido que genera ésta información. Así que resumiendo diríamos: Moneral acusa al Gobierno del Estado de México de desviar recursos a la campaña del candidato priísta a través de una cuenta de Luis Videgaray- acto delincuencial e inmoral- el banco y el gobierno desmienten de inmediato que la cuenta pertenezca a Videgaray pero no desmienten el desvío. ¡Listo! ya bien focalizado, prepárese para lo siguiente.


En vísperas del partido de la final de la escuadra olímpica mexicana de futbol en contra de su similar brasileira, en conferencia de prensa, Joaquín Codwell, dirigente del PRI, declaró en conferencia de prensa que la cuenta en cuestión siempre sí pertenecía a Luis Videgaray, pero que el ya no la operaba, y que el uso de dicha cuenta estaba EXCLUSIVAMENTE destinado al pago de la nómina del gobierno estatal. ¿Quién miente? aquí podrá usted hallar coincidencias con el caso Monex, en el que los priístas negaron rotundamente las acusaciones hasta que las pruebas abrumadoramente los ahogaron terminaron reconociendo sus actos bastardos; pero no termina aquí mi querido lector, el punto está en que en días previos Monreal presentó un comprobante del Banco de México a través de su sistema SPEI en el cual se demuestra el depósito de 50 millones de pesos a un particular de nombre Marco Antonio González Pak, suponiendo, que es verdad la versión priísta de los hechos, a que empleado se le paga tal cantidad de dinero; si así fuero –qué no lo es- que vergüenza siendo que el Estado de México es uno de los de mayores carencias, uno de los más mala administrados y en uno dónde sus burócratas de bajo nivel, peores condiciones laborales tienen. El gabinete de Eruviel no pudo sino decir que son mentiras y que presentara una demanda penal en contra de Monreal, pero nunca presentaron prueba alguna que demuestre su “inocencia”, palabra que no cabe en el vocabulario cuando se habla del PRI. Entonces se sobreviene la segunda cortina de humo, la final de futbol olímpico, México gana como se los pronostiqué hace algunos días en una colaboración previa, a mi no me sorprende ni me extraña, se veía venir. Así como pronostiqué alguna vez por facebook que Josefina Vázquez se terminaría alineando y declinando a favor del PRI, y que levantó cometarios juzgando mi enfoque como erróneo y conspirista. Ahora falta que el Banco de México se pronuncie sobre la veracidad de la información presentada por Monreal y diga quien está mintiendo. No me gustaría pronosticar esto, ojalá y me equivoque, me gustaría mucho estar en lo incorrecto; pero es muy probable que el Banco de México ya sea que guarde total silencio la respecto o se pronuncie a favor del PRI tergiversando la información. No hay que se muy miope para verlo; sin embargo hoy escribo esto con la más profunda amargura ya que el “triunfo” de México en las olimpiadas, a anestesiado la visión y beligerancia de muchos de mis más cercanos compañeros y amigos.

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