viernes, 28 de septiembre de 2012

El Juicio de "El Perro".



por era-del-Ser

El 17 de agosto de 1981, ante la inminencia de una profunda crisis económica que llevaría a una caída del peso mexicano frente al dólar norteamericano de $12.50 hasta $150.00 pesos por cada dólar, arrastrando con él a las economías familiares de todos los mexicanos de entonces, José López Portillo y Pacheco, presidente mexicano en turno, perteneciente a las filas del PRI pronunció una de las frases más recordadas por este pueblo que ha aguantado la soberbia de sus gobernantes hasta el hartazgo: “Defenderé el peso como un perro”. Aquella frase terminó siendo su condena en el juicio de la historia y su propio epitafio político. Todo, en torno a él, se transformó en referencia canina. La gente que lo encontraba en otros países le ladraba “como perro”. Su fastuosa residencia fue conocida con el peyorativo nombre de “La Colina del Perro”. José López Portillo y Pacheco jamás pudo sacudirse la asociación con aquella su patética frase con todo lo que con él se refiriera, así, tuvo que vivir con ese estigma el resto de sus días.

Tomando como referencia la anterior historia me pregunto ¿cuál será el epíteto que marcará a nuestro último “presidente de la alternancia”? ¿Cómo será marcado por el juicio de la historia, juicio que cada vez se vuelve más cercano a los presidentes salientes? ¿Cuál será el calificativo con que sus conciudadanos lo identificarán y, después de un largo tiempo, lo seguirán recordando? Porque lo cierto es que los mexicanos cada vez estamos menos dispuestos a olvidar. Porque la agresión al pueblo mexicano cada vez se castiga con mayor dureza.

Ejemplo patente de ese viejo dolor del pueblo mexicano, que parece ya no estar dispuesto a soportar más, es el caso de Luis Echeverría Álvarez, quien se ha visto forzado al ostracismo después que, en el 2009, el Sistema le otorgara la, ya típica, indemnidad por sus delitos tras ser denunciado por genocidio y cuyo cuñado, Rubén Zuno Arce, murió en septiembre del 2012 en una cárcel de Estados Unidos después de purgar 23 años de prisión por aquel sonado caso del asesinato de un agente de la DEA (Enrique Kiki Camarena).

Otro ejemplo más lo constituye el caso de Ernesto Zedillo Ponce de León, denunciado ante un tribunal de los Estados Unidos de Norteamérica por el caso Acteal.

¿Cuál será, entonces, el juicio histórico para éste nuestro actual presidente Felipe Calderón Hinojosa, que acarrea la nada envidiable carga de 90,000 muertos (o “daños colaterales”, como a él le gusta llamarlos) y una enorme cifra de damnificados por su Guerra contra el narco? ¿Tendrá una vida tranquila y feliz y se sentirá orgulloso de los actos de su gobierno?

¡Mexicanos, tienen la palabra!

¿Qué tal durmió FCH? (VII).

1 comentario:

  1. Yo creo que Calderón pasará a la historia como espurio y como genocida. Muy buena reflexión. Gracias.

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