Se nos quiere hacer creer que la supuesta “competitividad”
en el mercado nos beneficia a todos, esto es sólo una falacia; el modelo económico
actual lo único que consigue es beneficiar a unos cuantos que se van haciendo
cada vez más ricos, así podemos “presumir” el número de ricos que tiene México,
mientras que el resto de la población se hunde más y más en la miseria.
Bien sabido es que en nuestro país tenemos un
gobierno representativo que en los hechos no nos representa. Me pregunto ¿quiénes
de las personas supuestamente representadas
estaban de acuerdo en que se aprobasen las modificaciones a la Ley Federal del
Trabajo? Yo pienso que fuera de los altos empresarios y un grupo muy grande,
como ya se vio, de políticos que atienden únicamente a sus intereses personales,
el resto de la población mexicana que se enteró de dichas modificaciones estuvimos en contra
de que se aprobaran. Lo anterior por ser conscientes de que con el pretexto de
ser más “competitivos” en el mercado internacional, se echan abajo las conquistas que los trabajadores habían
ganado con base en luchas históricas.
A estos señores del poder les preocupa que las
empresas sean “competitivas” sin importarles que para alcanzar ese objetivo se
sacrifique al trabajador quitándole los recursos legales para defenderse. He estado
en juntas en donde ante las protestas
del personal laboral por la exigencia que se les hacía de trabajar más tiempo que el establecido en
el contrato laboral sin el pago de tiempo extra, se argumentaba que todas las
empresas hacían lo mismo, entonces los trabajadores podían decir que el que se
hiciera así no implicaba que fuera justo ni tampoco legal. ¿Cómo va a
defenderse un trabajador de los atropellos cometidos en su contra si cada vez
se le quitan más los medios para hacerlo y en cambio se les dan más armas a los
patrones?
De por si el sueldo mínimo establecido estaba muy
lejos de alcanzar para que un ciudadano común
pudiera vivir con dignidad, de por si pocos se atrevían a demandar los
abusos cometidos en su contra por una empresa. Ahora con las modificaciones aprobadas,
sin lugar a dudas, estos problemas empeorarán. Pero a nuestros “queridos”
servidores públicos esto no les importa lo más mínimo, es más incluso hay
quienes piensan que los envidiamos. No señores, no es envidia, es coraje al ver
la falta de vergüenza que tienen y la desfachatez con que van por la vida. No
cabe duda que quienes merecen el pago de siete pesos por hora y el contrato a
prueba son estos políticos y que la falta de competitividad real en este país está en ellos. Ellos sí son
unos incompetentes en el trabajo que debieran llevar a cabo.
Funes.

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