martes, 30 de octubre de 2012

Dinero, un símbolo poderoso



Cuando hablamos de dinero, es poco común que pensemos realmente en su significado. Sí, el dinero tiene un significado, no es sólo un objeto que usamos para pagar. El dinero es un símbolo, quizá el más fuerte que los humanos hayamos creado.

Para nosotros, los símbolos son una creación ponderosa. Alguien dijo que los símbolos nos han permitido evolucionar, desarrollar civilizaciones, porque son la base de la comunicación. A través de éstos, podemos crear acuerdos y convenciones sociales para desarrollarnos y convivir. Los procesos de percepción de todos son diferentes. Cuando  hablo sobre una manzana, por ejemplo, tú puedes imaginar un montón de cosas, quizá tu manzana sea roja, o amarilla o hasta verde, incluso puedes pensar que estoy hablando de una Mac. ¿Cómo puedes saber de qué tipo de manzana estoy hablando?... piensa de nuevo en Apple, cuya manzanita representa todo un imperio y quizá esto te dé algunas pistas sobre la importancia de los símbolos.

Los símbolos pueden evocar ideas, sueños o conceptos, sin importar si son muy complejos o muy sencillos. El simple acto de hablar y escribir es parte de un proceso de percepción y comunicación que es posible gracias a los símbolos. En ese sentido, el dinero es un tipo muy especial de símbolo que nos da la oportunidad no sólo de imaginar y comunicar, sino de conseguir lo que necesitamos y mucho más: de tocar el valor de nuestro trabajo y progreso.

En tiempos antiguos, los seres humanos intercambiaron sus bienes cuando deseaban conseguir algo. Eso era muy simple, pero un día una nueva idea surgió: el concepto de valor. No es difícil imaginar, por ejemplo, un hombre que necesitara una vaca y otro que necesitara una cabra. Si los animales estaban sanos, quizá el intercambio hubiera sido equilibrado. Pero si, por ejemplo, la vaca estaba enferma y vieja y la cabra sana y joven, seguro que no habría sido tan sencillo. En circunstancias como esas la gente podría haber resuelto la disputa compensando los valores con otros bienes. Suena simple, pero si no hubiese habido un acuerdo, es posible que el asunto hubiera terminado con la muerte de alguna de las partes. 

Para evitar situaciones como la anterior, fue necesario crear objetos que representaran de manera conveniente los valores y que pudieran ser intercambiados sin generar controversias, como el cacao de los aztecas. Objetos como esos fueron los precursores de las monedas y del valor del dinero como lo asumimos hoy. En nuestros tiempos, el dinero ha evolucionado en formas espectaculares ―como nosotros mismos lo hemos hecho―.
Hasta ahora, la idea parece sencilla: el dinero representa un valor y nos da la oportunidad de conseguir cosas al pagar por ellas. Pero, ¿qué significa realmente el dinero? Saussure ―un teórico importantísimo de la comunicación― definió los símbolos de acuerdo con dos cosas: un “significado” y un “significante”. Para nuestro caso particular, podemos decir que los instrumentos financieros son los significantes, es decir, lo que representa el valor. ¿Y qué hay del significado? Así es, es el valor que puedan tener pero, ¿qué representa ese valor? Para contestar esa pregunta, te invito a que pienses en aquello que te da la oportunidad de tener o generar dinero: el trabajo, claro y si pensamos en nuestro trabajo, podemos darnos cuenta de que para hacerlo necesitamos un montón de fuerza, fuerza de distintos tipos: física, mental y también emocional. Si lo ves así, cuando usamos el dinero, lo que realmente estamos haciendo es darle valor a nuestro trabajo y al de otros, darle valor a nuestra fuerza, a nuestras capacidades. Así, el dinero representa lo que estamos haciendo, no es sólo una idea, es energía, nuestra fuerza materializada. ¿Qué tal…?

Cuando estamos conscientes de eso, podemos darnos cuenta de que el dinero no sólo puede darnos aquello por lo que podamos pagar, porque representa nuestro esfuerzo, nuestras posibilidades en muchos sentidos. Podemos apreciar nuestro esfuerzo en el dinero y darnos cuenta de qué es lo que hacemos con nuestras vidas. Pero más allá de eso ―y esto es lo más importante―, podemos escapar de lo material e ir más allá para encontrar que tenemos el poder de hacer cualquier cosa que queramos y valorar nuestro esfuerzo y el de otros porque el dinero es una transacción, un intercambio.

Así, cuando tenemos dinero , lo que realmente tenemos es esfuerzo materializado y, si lo sabemos, entonces podemos escoger. El significante ―lo que vemos o apreciamos a simple vista―, es una cáscara, como la botella de un perfume que encapsula un vasto mundo de esencias, de significados. El significado, del otro lado, es algo mucho más profundo que lo que aparece a simple vista.

Para ser verdaderamente humanos, necesitamos completar todos nuestros procesos de codificación al asumir el significado de enfocarnos no sólo en lo material, sino ver más allá para tener la libertad de elegir.

Damiana.

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