lunes, 22 de octubre de 2012

Pequeñas acciones


Les recuerdo que al ver la película de Prometeo me encantó la idea de: “Las cosas grandes tienen pequeños inicios.”  Estuve en una conferencia de la doctora Ileana Diéguez. Ella exponía acerca de cómo la sociedad, para competir con un sistema de la espectacularidad, empezaba a tomar estéticas teatrales para poder llamar la atención. Y habló de varios ejemplos.
Uno de los ejemplos es una acción llamada: “Paseo Dominical por el Zócalo de Oaxaca.” Nos puso un video donde recopilaba la artista una serie de fotos que tomó en la ocupación de la PFP del centro de Oaxaca en el 2006. Visité su página de Internet para tener mayor referencia <www.gabrielaleon.com> y esto fue lo que encontré en su descripción:
Durante el conflicto social del 2006 en Oaxaca, pesar de la violencia que estábamos viviendo en la ciudad había un cerco mediático nacional muy fuerte. Las iniciativas ciudadanas, fotos, videos, radio, textos se distribuían al mundo a través del internet y por las radios comunitarias al interior del estado. El “Paseo dominical por el zócalo de Oaxaca” fue una de esas tantas acciones para dar testimonio de lo que estábamos viviendo. Recolecté elementos de las barricadas que habían sido desalojadas con mucha violencia y con estos materiales confeccioné un vestido. Pegué posters buscando extras para la filmación de un video clip de la canción Mexico woke up de la banda Nine Rain a través de una productora fantasma: La Perrera. Lo que parecía una gran producción hollywoodense: la PFP (policía federal preventiva) había convertido el zócalo en su campamento con miles policías armados hasta los dientes y en contraste, a cinco calles de distancia, frente al convento de Santo Domingo, el campamento de la resistencia con doñas preparando comida en anafres, niños, chavos aguerridos, puestos, consignas, colores, música. Las calles se convirtieron en la tierra de nadie, el campo de batalla y el espacio donde transitaba la sociedad civil entre barricadas y camiones incendiados. Ese fue el escenario de lo que era nuestra realidad en ese momento, donde simplemente caminé con la goyita, mi xoloitzcuintle, ataviada con un pesado vestido de alambres retorcidos y pedazos de llantas. Me acompañaron amigos valientes con cámaras fotográficas y de video para que quedara constancia en imágenes de nuestra existencia por si éramos arrestados. Esa misma noche editamos un video que subimos al internet al otro día.
Esta fue sólo una de las varias acciones que se habían concretado en Oaxaca en esos días. Al pasar a la sesión de preguntas un profesor de teatro le preguntó: “¿Cómo competir con la televisión? ¿Cómo esas pequeñas acciones pueden tener relevancia?” A lo que la doctora contestó: “Si tiene relevancia para dos o tres personas, con eso es suficiente para ser relevante, esta acción es relevante para mí”.
Inmediatamente recordé lo que las pequeñas acciones pueden lograr. También nos habló de las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina. Madres que se reunían todas en la plaza, de dos en dos, porque no podían ir de más de tres, con pañuelos blancos en la cabeza, como protesta a los miles de desaparecidos. Y esa pequeña acción que empezó con veintitantas madres, hoy está compuesta por 600, y ya es una organización.
Pequeñas acciones como la de los alumnos de la Ibero, que hoy se convirtió en el #YoSoy132. Sí, lo que necesitamos hacer son esas pequeñas acciones, porque las grandes cosas tienen pequeños inicios.
Enrique Burgot

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