jueves, 1 de noviembre de 2012

El Poder ¿Corrompe?...



Nos han dicho que vivimos en un mundo globalizado, nos han invitado a sentirnos orgullosos por ello, a sentirnos partícipes de una economía donde las leyes y los derechos fundamentales del hombre ya no tienen cabida si transgreden el afán mercantilista del “libre mercado”. En este mundo se vende de todo, se vende el conocimiento[i], las posiciones, las personas[ii], la castidad[iii], se venden los órganos[iv], se venden los sueños, se vende incluso la paz y la guerra, se venden los nombres, se venden las armas, las drogas, se venden niños, se venden hasta las estrellas distantes del espacio sideral y se venden las presidencias de los países como en México[v].

Dinero, todo por el maldito dinero que esclaviza a muchos, que asesina a tantos y que enaltece y beneficia a unos pocos. El dinero por el poder y el poder por el dinero, ese binomio que parece corromper hasta la más dura de las conciencias, filas de hombres y mujeres aparentemente honestos e inquebrantables, han sucumbido ante los encantos de la embriaguez en la que están inmersos los poderosos. Subsumidos en ese círculo vicioso en el que se gana poder para generar más dinero y se invierte dinero para conquistar más poder, sin que exista un freno. El mundo de hoy pertenece a los voraces y no a los buenos. Porque si bien, yo no dudo que muchos ricos y poderosos hayan obtenido su poderío y su capital a base de astucia y “trabajo”, sin embargo el amasar tantos recursos, el detentar tanto poder… no es moral, porque claramente ello implica el sufrimiento de terceros.

No es posible en un mundo como este el concebir al adinerado sin que del otro lado exista un necesitado, ni al un poderoso sin la existencia de un sometido. Lo más preocupante del asunto es que las brechas entre los ricos y los pobres, entre los poderosos y los sometidos es cada vez más irremontable. Cada día, a cada segundo, hay más gente pobre y subyugada y menos ricos y poderosos… pero esos pocos opulentos que perviven son cada día más millonarios y más tiránicos y menos escrupulosos y humanos.

Pero que nos impide imaginar que un día, alcancemos la utopía de que alguno de nosotros, los verdaderamente inprostituibles, alcance el mando de alguna de esas altísimas esferas y junto al pueblo allane el mundo que nos han arrebatado.

Es hermoso imaginar que un día existirá un presidente que sea pobre, que no use su cargo como un trampolín para alcanzar sus deleznables ambiciones personales, que sea un verdadero servidor del pueblo, que no se enriquezca con nuestros salarios, ni que se envanezca con su poderío. Un hombre de carne y hueso y no un tirano, ni un monstruo, ni un fascista, ni un bufón, ni un esperpento… un hombre o una mujer que tenga el cerebro aguzado, pero sobre todo el corazón vivo, los ojos claros y las manos limpias.

Tal vez algún día, alguno de nosotros, el que resulte más bueno, más inteligente, más sensible, más capaz, arraigue el poder para el pueblo y ojalá que el pueblo no lo suelte nunca más y aprenda por primera vez, aunque sea tarde, las lecciones que nos han costado sangre, plomo, sueños, hijos, madres, esposas y esposos, terruños, libertades, derechos y todo aquello que nos han quitado los que sólo valoran el mundo a través de un mandato enérgico o de un fútil signo de pesos.

Tal vez la utopía no esté distante, tal vez Uruguay nos esté dando un ejemplo: José Mujica, o como su pueblo le llama con cariño rotundo, Don Pepe, es el presidente más pobre del mundo[vi], este hombre de semblante tranquilo y de mirada diáfana tiene cerca de 76 años, no vive en la residencia presidencial porque la ha cedido a los indigentes y a la gente desamparada que no tiene un techo donde resguardarse del frío; va a la oficina presidencial todos los días en su bicicleta o en su Volkswagen viejo[vii], vive en una vieja granja nada suntuosa a las afueras de Montevideo, dona el noventa por ciento de su sueldo a causas humanitarias en favor de su pueblo. “Con ese dinero me alcanza, y me tiene que alcanzar porque hay otros uruguayos que viven con mucho menos”. Le ha propuesto a su parlamento donar todas las pensiones presidenciales, incluso la suya para los organismos de asistencia civil de su gobierno. No tiene cuentas bancarias, no tiene deudas, pero estoy seguro de que tiene una gran paz espiritual que no se puede comprar con nada.

En México no estamos lejos, hay en mi país mucha gente buena, de trabajo, que no se vende, que aún anhela ver a su patria libre de los usurpadores, ladrones y traidores; en mi tierra mexicana yo conozco a muchos que darían la vida por su pueblo, y yo también daría la mía por uno de ellos… en mi país también hubo un candidato pobre que quiso ser presidente y se lo impidieron robándole del modo más infame su aspiración y con ello los sueños de muchos hombres y mujeres, mexicanos inocentes, nobles, íntegros y trabajadores; un hombre que tampoco tenía cuentas bancarias, que vive en un departamento de interés social, que conduce un auto compacto Tsuru, que propuso quitarles las dádivas a los políticos, las pensiones a los ex presidentes, reducir los onerosos sueldos a los funcionarios, reducirse incluso el propio sueldo, un político que propuso exterminar a las empresas evasoras de impuestos, derrumbar los monopolios… darle al pueblo lo que es del pueblo. Lo juzgaron de loco, de que sus cuentas no salían, de que estaba enfermo por el poder, de que era un peligro para México. Y lo dijeron precisamente aquellos que se revuelcan en dinero, lo dijeron los tiranos, los corruptos, los ignorantes, los descerebrados. ¡Total! Si no fue López ya será algún otro, existimos muchos a quienes nos importan otras cosas más… mil veces más que el cochino dinero… John Lennon decía: “Dirás que soy un soñador, pero no soy el único, y espero que algún día te nos unas… y el mundo volverá a ser uno solo”.[viii]

Ya no falta mucho para que la verdad, la razón, el orden, la paz, el amor y la justicia prevalezcan. Siempre lo hacen. Ya no le quedan muchos días de vida a éste régimen patético y enfermo. El poder corrompe sólo a aquellos que ya venían corrompidos por dentro, el dinero compra, sólo a aquellos que ya se habían gravado desde antes con un signo pesos adentro. Los verdaderos mexicanos ni nos corrompemos ni nos vendemos.

Habría que preguntarles a los uruguayos lo que opinan de Don Pepe, y luego a los mexicanos lo que sienten por Calderón o lo que opinan de Peña Nieto.

Martina Pescante



[i] http://www.alaingarcia.net/conozca/plaza_santo_domingo.php
[ii] http://redaccion.xhglc.com.mx/?p=134
[iii] http://www.noticiacristiana.com/iglesia/juventud/2012/10/insolito-chica-brasilena-vende-su-virginidad-por-780-000-dolares.html
[iv] http://edumed.imss.gob.mx/edumed/rev_med/pdf/gra_art/A203.pdf
[v] http://kikka-roja.blogspot.mx/2012/05/aristegui-epn-pena-nieto-compro-la.html
[vi] http://www.losandes.com.ar/notas/2012/6/10/mujica-ofrece-residencia-presidencial-para-albergar-indigentes-647819.asp
[vii] http://peru.com/2012/06/08/actualidad/internacionales/uruguay-jose-mujica-presidente-mas-pobre-mundo-noticia-68711
[viii] http://www.lyrics007.com/John%20Lennon%20Lyrics/Imagine%20Lyrics.html

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