viernes, 16 de noviembre de 2012

Volver a recomenzar

     
Por era-del-Ser.

A escasas dos semanas de que termine el sexenio de Felipe Calderón en la Presidencia de la República empiezan a aparecer los “detallitos” del último “gobierno del cambio”. Las esperanzas de que la forma de hacer política en México cambiara simplemente se fueron por el caño y, después de doce años de mando panista, el país ha vuelto a las manos de nuestros viejos conocidos: los políticos priistas, que han demostrado una resistencia a toda prueba en contra de cualquier mejora; eso quiere decir que volveremos a los mismos métodos de gobierno, con los mismos defectos y la misma tendencia paternalista que ha encadenado al pueblo mexicano impidiéndole un pensamiento autónomo. Como en los viejos tiempos, todo deberá venir desde Papá Gobierno, todo nos será dado (y bien cobrado, desde luego) desde la elite política del país. Los viejos rostros ya conocidos y reconocidos por sus actos (casi nunca benéficos a su sociedad) vuelven a aparecer poco a poco en las pantallas de nuestras televisiones, en las planas de los diarios y en los demás medios de comunicación masiva para enunciar la misma vieja promesa de siempre: “Esta vez, todo será diferente y mejor” (“Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear” diría, en 1982, el Presidente priista en turno, José López Portillo y Pacheco).

         ¿Podemos creer que ahora si habrá un cambio verdadero?, juzgue por usted mismo, ¿cuáles son los personajes que se perfilan para el nuevo Gabinete Presidencial? ¿Reconoce alguno de ellos? (si es demasiado joven por favor pida ayuda a sus padres o tíos mayores, seguramente ellos podrán darle algún antecedente, nomás no se me vaya a espantar) y, sobre todo, analice las recientes relecciones de dos de nuestros más afamados lideres sindicales: La maestra Elba Esther Gordillo y el petrolero Carlos Romero Deschamps (oficialmente ambos ganan alrededor de veinte mil pesos mensuales), ¿corresponde su sueldo con el estatus económico que ostentan?, ¿le dicen algo estas dos muestras de “soberanía sindical”?

         Pareciera que los mexicanos no tenemos la facultad para ejercer una soberanía ciudadana y un pensamiento progresista, pero la realidad en México es mucho más compleja y se ubica mucho más allá de unas meras elecciones; la apatía y el desinterés por la realidad social del país tienen sus raíces profundamente enquistadas en nuestra historia, en aquella historia de Colonia y Virreinato que aún no hemos sido capaces de superar. ¿Quiénes son los modernos virreyes? Los empresarios, los políticos, los narcos, los lideres sindicales. No importa quiénes sean, tienen las características de acción propias de un encumbrado cortesano del siglo XVI: son dueños de enormes fortunas (la mayoría de ellas mal habidas); erigen o fomentan sistemas legales que sirven para su protección y la de sus bienes, principalmente en contra de los actos de rebeldía de los pueblos que oprimen; actúan bajo un criterio de beneficio propio (y, si acaso, el de sus pares que se unen en sociedades que se integran en un mayor poder) sin mostrar el menor interés por el bienestar común o, incluso, el del mismo planeta.

         En un país en donde se puede ser “el hombre más rico del mundo” o el político más dañino a la sociedad sin temer consecuencia alguna por los actos, simplemente no hay mucho de dónde elegir, todos seguirán por el mismo camino. Hay una frase en la película The Dark Knight que dice el héroe convertido en villano Harvey Dent: “O mueres siendo un héroe, o vives lo suficiente para verte convertido en un villano”, y en México sabemos muy bien a qué se refiere.

         Hágale un poco al adivino, saque su esfera de cristal o, de a perdis, la ouija del oráculo y vislumbre un poco en el futuro: ¿a quiénes avizora como futuros candidatos en las próximas elecciones?, ¿el “hombre más rico del mundo” dejará de serlo o se interesará por retribuir algo a su sociedad?, ¿la política social mexicana se orientará hacia el bien común?, ¿veremos, asombrados y agradecidos, el fin de la perenne pobreza del pueblo mexicano?, ¿los verdaderos “hombres malos” serán sometidos a juicio y pagarán por sus acciones nefastas y sus riquezas ilícitas?, ¿tendremos, por fin, unas elecciones limpias? Usted, ¿cómo la ve?

¿Qué tal durmió FCH? (XIV)

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