La reciente
liberación de la francesa Florence Cassez, es una muestra clara de lo mal que
funcionan las instituciones en este país, pues más allá de la supuesta
democracia que al parecer de la ciudadana francesa está dando el reciente
gobierno, nos enfrentamos con una muestra de lo malos manejos que se hacen en
México. Por un lado tenemos no un error menor en una averiguación en contra de
una persona que posiblemente estuvo involucrada en varios hechos ilícitos sino
un montaje llevado a cabo por el jefe de la AFI gracias al cual esta
persona fue liberada y el responsable de
este hecho no sólo no fue cesado de su cargo sino que se le premio durante el
sexenio de Calderón con el cargo de titular de la SSP.
En
otra de las aristas de este asunto nos encontramos con que Televisa, quien
supuestamente fue engañada por el montaje orquestado por Genaro García Luna,
únicamente se limito a declarar que había sido engañada para después olvidarse
del asunto durante todo el sexenio, mientras miles de mexicanos morían a causa
de una supuesta guerra contra el narcotráfico.
Pero
el asunto no termina aquí, el papel desempeñado por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, quien ante un mismo caso toma decisiones contrarias,
dependiendo de quién le dicte la orden deja ver claramente que la justicia en
este país se hace a modo de quien lo gobierna y que las instituciones solo
sirven para obedecer a quien detenta el poder. Sabemos que hay cientos de casos
en donde se han violado las garantías de los detenidos, muchos de ellos
realmente inocentes, pero como no implican una ganancia política como el caso
de Florence Cassez, serán olvidados en las cárceles.
Otro
caso que implica a una institución es el de la resolución tomada recientemente
por el IFE en relación con los ilícitos cometidos por el PRI en la contienda
presidencial, en la cual a pesar de aceptar una cantidad considerable de datos
que corroboran la forma corrupta en que se llevó a cabo la elección, se
limitará, al parecer, a dar un regaño y tratará de enterrar en el olvido el
asunto, como se acostumbra en este país.
Y
luego se quejan de que los mexicanos no creen en sus instituciones ¿por qué
será?
Funes
No hay comentarios:
Publicar un comentario