La reciente detención
del “Niño Verde” en El Torito ha
puesto sobre la mesa el tema de la diferencia de trato que se le da al
ciudadano común en comparación con aquellos seres que debido a su poder
político, económico o cualquier otro tipo de poder, pretenden que se les trate
de manera privilegiada y hacen uso de dicho poder para evadir la
justicia. En este caso especifico es sabido que los policías que participaron
en el incidente no aceptaron sobornos ni se dejaron intimidar y cumplieron con
su trabajo, sin embargo el “Niño Verde” poco después se las arreglo para salir
mediante un amparo, no sin antes haber
falseado sus declaraciones respecto a su identidad, lo cual representa una
falta más en su lista de ese día.
Este
caso es un asunto menor si lo comparamos con otros más graves como son los
casos de muchos ex presidentes mexicanos culpables de crímenes terribles a
quienes no se les ha tocado debido al poder del que hablo y que han vivido el
resto de su vida en la absoluta impunidad. Otro asunto que recientemente a
cobrado relevancia en esta vorágine de información, y que de alguna manera se
relaciona con el tema, es la noticia de que el PRI ha quitado los candados (por
decirlo de alguna manera) que tenía con respecto al asunto de la aplicación del
IVA en alimentos y medicinas, lo
cual nos confirma cuáles son sus
planes inmediatos.
Decía
que este asunto se relacionaba con el anterior porque en cuanto vi la noticia
recordé que hace algunos días, en la Riviera Nayarit en donde se encontraba EPN,
para anunciar el plan turístico de su sexenio en aquel lugar, uno de los
empresarios allí presentes de nombre Miguel Fluxá Rosselló le pedía al
“presidente” un trato especial que lo liberará del pago del IVA; lo cual nos
regresa al asunto de la diferencia de trato que esperan, y que en los hechos se
les otorga a los poderosos. Así, lo más probable es que tal empresario y muchos
más continúen consiguiendo tratos especiales, al mismo tiempo que se proclama,
con un cinismo vergonzante, la necesidad inapelable de llevar a cabo reformas
en las que se carga todo el peso de la responsabilidad económica a la clase de
a pie.
Lo
terrible no es que este tipo de desigualdades se den, sino que a muchos les
parezca tan natural que ni siquiera protesten.
Funes.
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