Felipe
Calderón Hinojosa es hijo del político morelense Luis Calderón Vega quien en
1939 fundara el Partido Acción Nacional (PAN) junto con político chihuahuense Manuel
Gómez Morín (aquel que perteneciera a la generación de Los Siete Sabios),
partido al cual renunciaría en 1976 por considerar que el PAN se había
convertido en “un partido de empresarios” que habían corrompido las bases del
panismo. Pero Felipe Calderón no seguiría a su padre en la renuncia al partido.
Felipe Calderón Hinojosa termina su sexenio
que empezó con la promesa de “El Presidente del Empleo” y finaliza como “El
Presidente de los 100,000 Muertos”.
Es verdad que las decisiones que llevaron a
convertir a México en una zona de guerra no fueron tomadas exclusivamente por
Felipe Calderón, sus colaboradores, principalmente Juan Camilo Mouriño Terrazo
y Germán Martínez Cázares (cocreadores del calderonismo), influyeron en la toma
de decisiones del presidente. Y se tomó la decisión de legitimar la elección de
Felipe Calderón por medio del reconocimiento absoluto del gobierno de los
Estados Unidos y para ello el gobierno mexicano en turno acepto hacer el
trabajo sucio del Imperio en el traspatio, y, así, el territorio mexicano se
fue llenando de muertos.
El Calderonato contaría, a lo largo de sus
seis años de duración, con cinco Secretarios de Gobernación: Francisco Javier
Ramírez Acuña, Juan Camilo Mouriño terrazo, Fernando Gómez-Mont Urueta,
Francisco Blake Mora y Alejandro Poiré Romero; dos de ellos (Mouriño y Blake)
terminarían muertos en sendos accidentes aéreos bajo dudosas condiciones, si
bien el gobierno calderonista los mostraría a los mexicanos solamente como
“trágicos accidentes” sin aceptar jamás la posibilidad de la intervención del
crimen organizado.
¿Cuál es, finalmente, la forma en que los
mexicanos recordaremos a Felipe Calderón Hinojosa? Hay diferentes pareceres de
cómo será recordado Felipe Calderón por los mexicanos, los periodistas, los
analistas políticos, los intelectuales y la sociedad entera tendrán sus propias
versiones de acuerdo a como les haya ido en la fiesta calderoniana. Las
opiniones van desde “Caldenerón” (por asimilación al emperador romano Nerón)
que canta con voz aguardentosa “El Perro Negro” en pleno evento público en su
estado natal, Michoacán, mientras ve, extasiado, a un México en llamas según el
criterio de la periodista Anabel Hernández, hasta la autocalificación de
“gobierno valiente” con que el propio Felipe Calderón valora su gestión. Sin
embargo, es evidente que, aunque los medios de comunicación masiva ya no
insistan en las noticias de la violencia ante la que sucumbe el país, esta no
desapareció como por encanto de la noche del 30 de noviembre (último día del
Calderonato) a la mañana del 1 de diciembre del 2012, día que marca el retorno
del “nuevo” PRI al gobierno del país.
El escritor y politólogo michoacano Jorge
Eugenio Ortiz Gallegos, militante del PAN de 1945 a 1991 y amigo personal de
Luis Calderón Vega, padre del expresidente, asegura que Felipe Calderón pasará
a la historia como un neopanista pragmático que sacrificó los valores éticos
del partido con tal de conseguir el poder sin importar los costos.
Los mexicanos sufrimos de una pésima memoria.
Los mexicanos nos olvidamos de todo y permitimos que los personajes nefastos y
nefandos que han asolado nuestro territorio y nuestra sociedad regresen, como
jinetes del Apocalipsis, para repetir la misma historia de saqueo e impunidad.
Sólo en este país en posible que personajes como Carlos Salinas de Gortari
regrese por sus fueros a la política mexicana. Sólo en este país será posible
que Felipe Calderón Hinojosa, aparte de quedar sin castigo alguno por sus
delitos de lesa humanidad que dejaron miles de muertos y cubrieron de sangre
nuestras calles, regrese bajo las faldas de Margarita Zavala Gómez del Campo
como candidata a la Presidencia en las elecciones federales del 2018. ¿Será
esto posible? Usted tiene la responsabilidad.
¿Qué
tal durmió FCH? (XXXI)
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