Se han cumplido ya más de
cien días desde que EPN asumió el cargo
de Presidente de México; la forma como lo consiguió, todos la sabemos, es
sumamente oscura, pero aún en esa oscuridad se vislumbran una serie de actos
ilícitos cometidos por el partido que lo postuló como candidato presidencial.
El papel que desempeñaron las llamadas "instituciones públicas" fue lamentable,
debido a que no cumplieron con su tarea de garantizar una elección democrática
pues, como es su costumbre, sólo le sirven al patrón en turno. Triste situación a
la que parecen acostumbrados una buena parte de los mexicanos.
De
hecho comenzó mucho tiempo atrás desde que se nos vendía la idea de que el
nuevo PRI podría cambiar el rumbo catastrófico de México y para ello se podía
contar con EPN que, más que un precandidato en aquel entonces, era un
protagonista telenovelero, cosa que no ha dejado de ser ni se espera que lo
haga. Ya como candidato a la presidencia, se hizo protagonista de un incidente que perdurará para
siempre en la memoria de muchos, ocurrido en la Universidad Iberoamericana, en
el cual aceptó su responsabilidad en los hechos ocurridos en Atenco y en el que
tuvo que escapar de las protestas en su contra, fue el detonante de un
movimiento, el de # Yo soy 132.
Precisamente
ahora que se cumplen más de cien días desde que este personaje, no de novela
sino de telenovela, asumió el cargo de
Presidente, un hecho tan lamentable y que debería de provocarnos indignación a
todos como lo fue lo ocurrido en Atenco, vuelve a la luz al pretenderse que las
víctimas de ataques sexuales se conformen con un "usted disculpe" de parte del
gobierno, pretendiendo con ello dar el caso por cerrado, dejando impunes tanto
a los autores materiales como a los intelectuales
de estos hechos.
Funes
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