martes, 30 de abril de 2013

¿Feliz día del niño?


Hoy se celebra en nuestro país el día del niño y de la niña, ¿cuántos de nosotros no refrendaremos no una sino múltiples veces a los niños que nos rodean que pasen un “feliz día”? Y no pretendo ser aguafiestas, pero me gustaría preguntarle mi querido lector ¿En México estamos preparados para celebrar un feliz día de la niñez? Me temo que la respuesta será un rotundo no.

Una número importante de los niños mexicanos tiene que afrontar diversas problemáticas que comprometen o impiden su desarrollo integral, el discurso oficial junto con los medios tradicionales han instaurado el día del niño y de la niña como una conmemoración festiva en la que se nos insta a regocijar a nuestros niños con regalos, fiestas, festivales, convivios, golosinas, juguetes, apapachos y demás; y que al igual que otras fechas “importantes” de nuestro país, es cosa de un solo día.

Los trescientos sesenta y cinco días del año millones de niños, deben olvidarse de su inocencia y sus ilusiones infantiles para hacerse cargo de sus propias vidas. El día del niño no debería de ser una fiesta, sino un tremendo recordatorio de que estamos haciendo las cosas muy mal.

Entre los problemas más importantes que aquejan a nuestra niñez están el trabajo infantil, la desnutrición, el maltrato y la violencia, el analfabetismo y el rezago educativo, el abandono, el bullyng, la esclavitud, la trata, el robo de infantes, el tráfico de órganos de menores de edad, la pederastia, la prostitución, el uso de niños para comisión de delitos por parte del crimen organizado entre otros. Todos y cada uno de los anteriores son problemas muy tristes y muy graves que deben ser atendidos con toda urgencia si es que en verdad nos importan nuestros niños.

La mayoría de nosotros vivimos esa miopía todos los día del año, incluso en días como hoy, pocos son los que tienen el corazón para salir a las calles y hacer, aunque sea por un día, un poquito mejor la vida de esos niños sin hogar que no son de nadie, pero son de todos. ¿Cuántos nos hemos preocupado por salir un día de estos a darles un “taco” a esas pancitas vacías de alimento y llenas de angustia y de terror? La verdad, muy pocos, casi nadie. Muchos prefieren pensar: no es mi problema, que los atiendan sus padres, ¿para qué se salen de sus casas?, yo cuido a mis hijos.

Pero vayamos a los números duros; en México hay más de 3.6 millones de niños y de niñas que deben trabajar para subsistir o para colaborar en el gasto doméstico[i], personalmente creo que existe un serio subregistro en esta cifra, y son muchos más los niños que laboran pues no se contempla aquellos que trabajan colaborando con sus padres ya sea en el negocio familiar, en el taller, en la parcela, en la granja o en casa de sus propios padres. En fin, retomando la cifra anterior, más del 12% de la población infantil de México trabaja.

Creo que muchos admitirán que el trabajo infantil es un problema real, pero supondrán que es algo que está siendo atendido y que está en vías de disminución; lamento desmentirlos pues según la Facultad de Economía de la UNAM, se asegura que en los últimos trece años, la tasa de trabajo infantil se incrementó en un 12%[ii], y lo que es peor es que en los últimos tres años dicha tendencia ha arreciado violentamente.

Otro fantasma que secuestra el desarrollo infantil es la desnutrición y la obesidad, podría parecer una tremenda contradicción, sin embargo, ambos padecimientos responden a una misma causa, la falta de alimentos suficientes y saludables. De acuerdo con la UNICEF[iii], casi el 15 porciento de los niños mexicanos padece hambre, por otro lado, México ostenta el primerísimo lugar en obesidad infantil a nivel mundial. Esto, desafortunadamente nos remite a la tan infame Cruzada Nacional Contra del Hambre que pretende lucrar con este problema y dejar jugosas ganancias a empresas como PEPSICO y Nestlé, dos de los principales responsables de la mala nutrición de los mexicanos; un negocio redondo.

Otro gran problema que tiene que padecer la niñez mexicana es el analfabetismo y el rezago educativo. Curiosamente este problema va muy de la mano con los dos que hemos mencionado previamente. El mayor impedimento que tienen millones de niños para acceder a los servicios de educación básica está determinado por la situación económica familiar, lo que lleva a estos niños a emplearse en un trabajo casi siempre abusivo y mal remunerado a fin de sustentar ya sea sus propios gastos o para contribuir con los de su familia; obvio, es mil veces preferible comer que estudiar y cuando a un pequeño se le impone esta encrucijada, no tendrá otra opción.

Del mismo modo, la mala nutrición de los niños siempre degenera en problemas cognitivos, de aprendizaje y de desarrollo intelectual, un niño mal comido no tendrá las suficientes energías para prestar atención, en ocasiones, el dolor de su pancita siempre lo llevará a pensar en otras cosas antes que en los números y las letras.

Según otro estudio de la UNAM, en México existen casi 6 millones de hombres y mujeres analfabetas[iv], todos ellos fueron niños y niñas alguna vez, y todos se vieron obligados a privilegiar la supervivencia sobre la educación. El analfabetismo tampoco es un problema que vaya en decremento, por el contrario, según el mismo estudio del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) el problema del analfabetismo es muchísimo más grave hoy que hace diez años. Para complementar el dato, más de 32 millones de personas en México viven con rezago educativo[v], retraso que arrastran desde los primeros años de escuela y que sin duda, en la mayoría de los casos tiene vínculos con el trabajo y la desnutrición infantil.

La pederastia, la prostitución infantil, la violencia física y psicológica, la esclavitud, el reclutamiento de niños en las células delictivas, el tráfico de órganos infantiles, la trata y el abandono son quizá los problemas más terroríficos que deban enfrentar los niños y las niñas de México; todos ellos, implican un crimen ejercido con alevosía y perversidad por parte de un adulto en contra de un menor.

Muchos no lo saben, muchos otros prefieren no saberlo pero según la Ecpat, México es el primer productor a nivel mundial de pornografía infantil[vi]; este es el principal disparador de otros delitos como la prostitución, la trata infantil, la esclavitud con fines sexuales, y la pederastia; es un tema tan incómodo que no existe un sondeo real de cuantos pequeños son víctimas de estas prácticas; y es tanto así que el denunciar este tipo de delitos es altamente peligroso para el denunciante según lo documenta el artículo que encontrará en este enlace[vii], y esto se debe probablemente a que de acuerdo con lo denunciado por la directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas, Teresa Ulloa, militares, policías y turistas son los 'principales consumidores' de prostitución infantil[viii], misma que  es generadora de la pederastia, delito en el que hasta la misma iglesia católica se ha visto seriamente implicada.

Del mismo modo la violencia física y psicológica en contra de los niños en México es un problema que la misma UNICEF ha catalogado como uno de los más graves del mundo[ix]. El abandono infantil, no sólo material, sino económico, emocional, moral y/o afectivo es una realidad a la que se enfrenta una gran mayoría de los niños de nuestro país.

No basta no dejar a nuestros hijos en la calle para ser buen padre; hay que proporcionarles todo lo necesario para su desarrollo integral; un padre que se molesta constantemente porque su hijo le requiere múltiples necesidades tanto económicas, de tiempo, emocionales y psicológicas está ejerciendo un acto de violencia real en contra de su hijo; un padre que no respalda y proporciona lo necesario en todos los ámbitos a sus pequeños, les está abandonando y está promoviendo que su desarrollo como individuos se vea comprometido.

Hay padres que “satisfacen” todas las necesidades materiales de sus hijos pero les abandonan afectiva y emocionalmente; hay padres que le dan a sus hijos lo que mínimamente requieren no sin antes hacerlos sentir miserables por hacerlo, obligándolos eventualmente a no externar más sus necesidades; y hay quienes echan de la casa a sus hijos para que se valgan por sí mismos o para que sostengan a sus mismos padres. Y todas y cada una de las anteriores son formas de violencia infantil muy graves.

Los niños al igual que nosotros no pedimos venir al mundo; sin embargo, en pleno siglo XXI con una gama extensísima de anticonceptivos casi infalibles al alcance de nuestras manos, tener un hijo no deseado, es una torpeza ineludible, cuya culpa recae únicamente en los padres y no en los hijos y por ende no son los niños quienes deben pagar estos errores.

En fin, ojalá que este pequeño trabajo, nos sirva a todos para reflexionar un poco al respecto. Anhelo mucho el día en el que de verdad podamos celebrar un treinta de abril plenamente feliz, sin hipocresías, y sin remordimientos. Ojalá y hoy sea un feliz día, para todos los niños y niñas que están sufriendo.

Ptolomeo


[i] http://www.unicef.org/mexico/spanish/proteccion_6928.htm
[ii] http://www.informador.com.mx/economia/2012/382351/6/el-trabajo-infantil-en-mexico-crecio-12-unam.htm
[iii] http://www.unicef.org/mexico/spanish/17047.htm
[iv] http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/4b24a298a1edb8957300232dce12bba9
[v] http://www.cnnexpansion.com/mi-carrera/2013/04/03/abatir-rezago-educativo-reto-de-mexico
[vi] http://www.noticiasnet.mx/portal/principal/mexico-primer-lugar-pornografia-infantil-ecpat
[vii] http://www.parametria.com.mx/DetalleEstudio.php?E=4496
[viii] http://www.jornada.unam.mx/2006/04/21/index.php?section=politica&article=007n1pol
[ix] http://www.salud180.com/maternidad-e-infancia/altos-niveles-de-maltrato-infantil-en-mexico

No hay comentarios:

Publicar un comentario