lunes, 30 de julio de 2012

TV Abierta


En clases, la mayoría de mis maestros de Comunicación estaban de acuerdo en que la televisión abierta era (y sigue siendo) una producción mediática de pobre y mediocre contenido. Y no sólo mis maestros, también en mi familia tienden a hablar muy mal de la televisión abierta (mi abuela materna no, a ella le gustan mucho las telenovelas).
Y veamos qué se puede gustar de la TV abierta. Para empezar justamente ese producto nacional que viaja a muchos países, y también le da cierta tonalidad a los mexicanos: las Telenovelas. Al parecer es una de las herramientas más poderosas para formar el espíritu del pueblo.
En clase, muchas veces analicé 10 minutos de una telenovela y, en realidad, lo que provocaba esto, era risa. Este tipo de programas se realiza tratando de ahorrar todo el dinero posible; lo que provoca que la producción esté hecha de una manera muy simple y rápida. Las actuaciones que allí vemos rayan en lo absurdo y los modelos corresponden al melodrama. También son portavoces de los estereotipos y de falsas promesas.
La mayor parte de las telenovelas de Televisa y TV Azteca están fundadas en la historia de Cenicienta. Donde chica o chico pobre se enamoran y quieren casarse con el chico o la chica millonarios. Y habrá que ver, que toda la gente ya está predispuesta, ya todo el mundo sabe que sí quedarán el uno con el otro; sin embargo el chico pobre, sólo podrá estar con la chica rica, si él mismo se vuelve de la misma clase social que la mujer ricachona, porque siendo pobre, no pueden y no deben estar juntos.
En las telenovelas sólo existen las personas “guapas”. Si los personajes son feos, sólo pueden concebirse en este universo como: la loca del pueblo, viejitos o personajes que facilitan los momentos de risa y para romper tensiones.
No está oculto que estas producciones sirven como morfina del pueblo,  exactamente lo que dicen entre líneas es: No hagas nada. ¿Cómo funciona esto? El personaje principal amará “por siempre” a su enamorada, aún cuando ella se case con alguien más, tenga hijos con alguien más y lo trate como la peor basura. No importa, porque “se amarán a pesar de todo”. No hagas nada. Quédate donde estás. Se arreglarán solas las cosas.
Y qué decir de la cantidad de comerciales. A todos nos han molestado. Y por eso surge el Channel Surfing. Mi padre, por ejemplo, cuando veía TV abierta, una vez que se daba paso a los comerciales, tomaba el control y le cambiaba (a mí madre le enojaba esto, así que terminó poniéndole MUTE a la tele, y ya después adquirieron un servicio de TV Cerrada.) Todos, alguna vez, le hemos huido a eso. Y sí, sabemos que los comerciales permiten a este servicio de comunicaciones seguir trabajando.
Todos hemos vivido alguna vez un momento de codicia. Y como sabrán, cada vez que codiciamos más, tomamos más con las manos y más objetos se nos caen. Estos servicios de TV abierta no sólo tienen largas pausas comerciales, sino que han ideado nuevos modos de hacerle publicidad a más objetos o servicios, entre la transmisión de los mismos programas; ya sea con primeros planos en alguna telenovela, ya sea con menciones de los presentadores o simplemente metiendo banners a lo largo de una película.
Ya había señalado que lo que hizo el movimiento #YoSoy132, al señalar los medios de comunicación en México como responsables de manipulación de masas, fue un gran acierto. Con ello, también había comentado que me agrada proponer pequeñas soluciones a las cosas de las que hablo, y creo que las acciones a largo plazo, las construcciones y estrategias que nos hagan ver de aquí a varios años, ver crecer una semilla, una idea, y verla florecer, para que mañana nos de frutos, es una de las cosas más importantes en estos días. Por lo pronto hay muchas cosas que todavía faltan y cada una de las pequeñas acciones (las que se generan de una semana a otra) tiene su propio objetivo. No obstante estoy convencido de que una de las estrategias es ir tres movimientos más adelante que la manipulación.
Si el movimiento #YoSoy132 está impugnando para tener la concesión de un canal de televisión abierta es importante apoyar esta demanda en lo posible, apoyar a la llamada Democratización de los Medios. Porque será cuando le demos menos reflectores a las ya conocidas, grandes televisoras. Tendremos un medio para desahogar, para promover ideas, para generar más. Un espacio que permita el crecimiento de las mentes. Un canal más, que pueda empezar a hacerle competencia al entretenimiento absurdo, erigiéndose como un instrumento de la verdad.
Asdrúbal

2 comentarios:

  1. La televisión, tienes razón, nos sumerge en el letargo porque nos dice que no hay futuro, todo nos lo da inmediato, así que, ¿para qué preocuparse si todo lo tenemos al alcance de la mano? Al menos, mientras vemos la tele.

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  2. La inactividad que implica sentarse a ver la tele, no sólo tiene repercusiones a nivel psicolóico, sino además afecta la propia salud. Los niños de ahora son gordos porque se la pasan viendo la tele mientras sus papás trabaja debido a que el dinero no alcanza, y luego llegan los papás del trabajo a ver la tele en lugar de tener una verdadera convivencia en familia con sus hijos. Hay que apagar la tele. Definitivo.

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