Tiempo de elecciones en
México. Tiempo de alegrías y tristezas, de ilusiones y desencantos, de
entusiasmos y terrores. En México las elecciones concitan fuerzas sociales que
en los tiempos normales parecen dormidas y hasta inexistentes. En México solo
el futbol compite con el poder de despertar pasiones tumultuarias en nuestro subyugado
y muy aguantador pueblo.
Tiempo
de los golpes bajos, los video-escándalos, los audio-escándalos, el fuego
amigo, el chivo expiatorio, los ajustes de cuentas y todo el arsenal con que
cuentan los acérrimos enemigos que luchan en la arena política nacional para
lograr “el magno honor de servir a la ciudadanía, representar al pueblo y
defender a capa y espada los derechos de sus representados”.
Como
primer acto tenemos la escandalosa detención y encarcelamiento de la perenne
maestra Elva Esther Gordillo; acto que se anunció como el advenimiento de la tan
ansiada justicia a México pero que solo ha demostrado dos cosas: 1) que se
trató únicamente de un ajuste de cuentas con el nuevo gobierno por andar de
insubordinada, de ahí que algunos pillos de iguales mañas y altos vuelos en la
política del país sigan medrando y haciendo ostentación de su poder con la
mayor de las desfachateces y sin correr el riesgo de terminar en el tambo a
condición de no hacer olas y 2) que la eliminación de la Maestra del escenario
de la educación pública y la persistencia del desastre educativo en el país solo
sirvió para poner de relieve la corrupción del sistema educativo mexicano que es
capaz de sobrevivir acéfalo.
En
otra pista del Gran Circo Electorero se presenta la lucha de los titanes azules
Gustavo Madero Muñoz y Ernesto Cordero Arroyo. Las manos de los titiriteros se
distinguen claramente: EPN manejando al títere de palo, tratando de que quede
en pie a pesar de los duros golpes del títere borreguil manejado por las sangrientas
manos de FCH. Lo importante es que el pinocho azul ayude al dinosaurio tricolor
de sus amores a llevar a buen puerto el multicitado Pacto por México. ¿Cederá
el PRI la gubernatura de Baja California al panista Francisco “Kiko” Vega
Lamadrid a cambio del apoyo de Gustavo Madero para las reformas en ciernes? Si
es así, se irán descubriendo las armas del priismo para el retorno a otras
siete décadas de gobierno, una de sus grandes favoritas, la concerta-cesión
(hoy por ti, mañana por mí).
Y
como magnífico acto de prestidigitación, los cerúleos nigromantes lograron la
aparición de dos de las damas celestes: Margarita Esther Zavala Gómez de Calderón
(nuestra ex-primera dama) se materializó junto al candidato panista Kiko Vega
en Baja california, y Josefina Vázquez Mota apareció junto a Eduardo Ortiz
candidato azul por la alcaldía de Culiacán.
Las
cifras que se mencionan siempre son de millones de pesos y cada quien se lleva
su rebanada del gran pastel. ¿Y la Cruzada Contra el Hambre, apá?
Para
terminar de distraer a la desconcertada audiencia también hacen su aparición
las mascotas del Gran Circo Electorero encabezados por el ya famosísimo candigato
Morris, el burro Chon, la candigata Lisa, la candigata Maya y los candidatos
perros Titán y Oliverio entre otros. El chiste es llamar la atención a como dé
lugar y de paso confundir a los votantes que, probablemente, desperdiciarán su
voto a favor de uno de estos lindos animalitos, favoreciendo de paso el voto
duro que para variar favorece a los candidatos humanos (no tan simpáticos ni
tan honestos) del partido aplanadora pero que, a diferencia de los bichitos,
burros y caninos, sí pueden asumir un cargo de elección popular.
Así
pues, el Gran Circo Electoral Mexicano abre sus puertas. ¡Pásele Pásele Pásele!
¿Qué tal durmió FCH?
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