viernes, 7 de diciembre de 2012

El horror

       
Por era-del-Ser.

¡El horror! ¡El horror!

El humo el ensordecedor ruido el fuego los disparos (¿Son de verdad? ¡En serio nos están disparando!) El fuerte olor a gasolina quemada el calor el sudor que pica en los ojos el gas que lastima la boca la nariz los ojos la angustia el miedo (¡maldito miedo!) Correr correr correr correr ¿a dónde? ¿hacia dónde? grito grito más fuerte grito grito para oírme grito para saber que sigo viviendo grito más fuerte pero no me oigo no escucho mi voz las sirenas el aullido de las sirenas y los disparos (¿de verdad? ¿de verdad nos disparan a nosotros? No puede ser) las sirenas llenan todo todo lo llenen llenan mis oídos llenan el aire matutino llenan mi boca con una voz potente que apaga la mía Y las luces brillantes deslumbrantes luces rojoazulrojoazulrojoazulrojo rojo en el aire y rojo en el piso rojo violento y rojo violentado Mi cabello revolotea con el aire como si quisiera escapar como si estuviera aterrorizado Mis manos tapan mis ojos pero sigo viéndolo todo ¡no puedo dejar de ver! Las imágenes se me han incrustado en los ojos ojos irritados de sudor y humo y no ser adonde ir y no se dónde estoy ni quién sigue a mi lado Las botas retruenan en la explanada en la avenida en la escalera botas negras botas duras duras en el pavimento y más duras en las costillas en los huesos y en las vísceras Botas negras cascos negros guantes negros porras negras todos como paredes negras como oleadas negras de rostros sin ojos sin lengua sin oídos

¡El horror! ¡El horror!

A lo lejos veo ondear la bandera ¡mi bandera! sobre el Palacio del Poder

Presiento un golpe seco que me tumba y me aquieta. Por fin, ya no hay más luz, ya no oigo más sonidos.

¿Qué tal durmió FCH? (XVII).

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