lunes, 10 de diciembre de 2012

Latido




A Edgar Allan Poe y a los que siguen detenidos.

Pok, pok.  Pok, pok.  Pok, pok.
Es cierto, siempre ha sido nervioso.  No sé por qué lo recuerdo ahora, precisamente a él.  Hasta ahora ha sido una de las personas que mejor me ha tratado.  Simplemente el recuerdo se desliza, lento entre la oscuridad, como la mañana.

Pok, pok.  Pok, pok.  Pok, pok.

El latido del corazón no ha descansado, como mi sueño, perturbado de cruentas visiones, una luz en medio de la oscuridad, un vigilante estremeciéndose en la puerta del cuarto, un deseo que termina mi vida, por la noche, por la madrugada.  Pero esta vez, una mueca siniestra surgió del sueño, despertándome.  ¡Maldita negrura!  No me atrevo a abrir las cortinas por miedo, miedo a que el sueño terrible se materialice, y es por miedo a los ladrones que siempre cierro las cortinas.  Ha pasado tiempo ya, tal vez fue eso, sólo un sueño.  Juegos de mi mente, ni siquiera mis ojos han podido acostumbrarse a la escasez de luz.  Tal vez no era nada.  Mejor vuelvo a dormir.  Espero que él esté bien, ha sido tan bueno conmigo.  Un ruido…

Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.

-¿Quién está ahí?- grité, sentado en mi cama.  No sé qué hacer, no puedo moverme, es mi sueño, es mi terror.  Sigo esperando enfrentar el momento.  La muerte se desliza, igual que el pensamiento, igual que la mañana, se desliza a través de esa puerta ese rostro de maldición y oscuridad que he visto al final de cada sueño, el rostro de la nada.

Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.

Se me ha escapado un leve suspiro.  No sé quién me acecha, la muerte o yo.  Espero aquí como el asesino espera su víctima, semejante pintura es ésta, la víctima esperando su asesino.  Tal vez no sea nada, no es más que el viento en la chimenea, es sólo un ratón atravesando el piso, o tal vez fue sólo un grillo que chirrió una vez.

Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.

¿Es eso un haz de luz o una pequeña telaraña?  No puedo decirlo muy bien con mi ojo gríseo y muerto.

Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.

Es que realmente está ahí la muerte inquisidora.

Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.

Un breve alarido, la luz vino de la puerta,  -Ahh…-

Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.  Pok, pok, pok.

Ellos me tratan de matar, ellos.  Ahora que lo pienso fueron ellos quienes susurraba por las noches quienes me echaron el colchón encima…


Golpean la puerta.


Voces.

Pok.

Pasos.

Pok, pok.

Risas.

Pok, pok, pok.

Gritos, inquisiciones.

Pok, pok.  ¡Pok, pok!  ¡pok, pok!

Mi corazón late de nuevo.

¡Pok, pok!  ¡Pok, pok!

-  ¡Villanos! Ya no puedo siquiera salir a las calles, por miedo a que me lleven entre con ustedes- grito.

Locura.

Y mi corazón dejó de latir.

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