viernes, 28 de diciembre de 2012

Un poco de historia


Por era-del-Ser.
Es frecuente olvidar los orígenes de la humanidad y nos consideramos —fácil y cómodamente— seres modernos y evolucionados que viven en sociedades modernas y evolucionadas que privilegian o deberían de privilegiar el uso de la razón ante la aplicación de la fuerza violenta. Es cómodo y conveniente olvidarnos de nuestro pasado inmediato en el que luchar por los privilegios vitales, como la alimentación y la reproducción, involucraban invariablemente un riesgo de vida.
         La especie humana apareció en la faz de la Tierra hace aproximadamente dos y medio millones (2’500,000) de años y la mayor parte de ese tiempo lo vivió bajo la ley del más fuerte, luchando por su supervivencia contra los demás seres que habitaban la Tierra junto con él, incluyendo aquellos de su misma especie. El famoso Homo Sapiens aparece sólo hace unos 160,000 años y las primeras conglomeraciones humanas que ya pueden considerarse como “civilizadas” se ubican alrededor del año 5,000 a.C. en Egipto y Mesopotamia; estaban altamente jerarquizadas y basaban sus estratos sociales en la actividad económica de los individuos y las funciones que éstos debían realizar. El origen de lo que conocemos ahora como la civilización oriental se remonta a la Grecia Antigua que data de unos 700 años antes de Cristo; es esta civilización la que crea el sistema de organización política llamado “democracia” cuyo nombre se origina partir de los ya muy conocidos términos del griego antiguo démos y krátos y que en una traducción extremadamente simplista se toma como “el gobierno por el pueblo”. Así, la primera democracia de la que se tiene conocimiento se establece alrededor del año 500 a.C. en Atenas. Si hacemos cuentas, entonces la democracia, como sistema de organización política, lleva apenas 2,500 años de antigüedad, lo que representa solamente el 0.1% de la historia de la humanidad.
         Otro punto histórico importante es la creación de la imprenta. Aunque la invención de la escritura se remonta a la prehistoria, aquellos sistemas eran extremadamente complejos y se basaban en elementos más bien pictóricos sumamente lejanos a los sistemas de escritura modernos. Lo más cercano a nuestra escritura actual fue la escritura creada por el pueblo fenicio alrededor del año 1,000 a.C. Sin embargo, los métodos de reproducción de los escritos eran manuales, lentos y muy caros por lo que la mayoría de las personas que habitaban el mundo en aquellos días eran analfabetas, muy pocos sabían leer y, muchos menos, escribir. Fue aproximadamente en el año 1440 de nuestra era cuando Johannes Gutenberg construyó la primera imprenta mecánica, lo que permitió aumentar la rapidez con que se podía reproducir un escrito y los libros impresos comenzaron a ser más fáciles de conseguir y pudieron bajar sus precios. En la Nueva España (México aún no existía como país) se instala la primera imprenta el día 25 de septiembre de 1539.
         La idea de este breve esbozo histórico es que nos sirva como referencia a nuestro pensamiento actual. Es fácil pasar por alto el largo trayecto que hemos recorrido como especie para llegar al hombre moderno. Es fácil obviar que nuestra historia ha estado lejos de la violencia y la barbarie y que el sometimiento de los pueblos por otros con mayor poder ha sido el destino regular de la mayoría de los humanos que han existido hasta nuestros días.
         Si entendemos nuestra historia, si procuramos acercarnos a ella, es posible que podamos encontrar alternativas de solución a nuestros conflictos que posibiliten la convivencia humana. Es posible que asimilemos la humildad necesaria para reconocer nuestros errores y la experiencia para superarlos. Si no lo hacemos así, estaremos condenados a repetir una y otra vez los mismos errores y a sufrir siempre las mismas consecuencias.
         Aprovecho este último párrafo para agradecer todas sus lecturas, ellas hacen esta columna y este blog. Cada uno de ustedes, lectores que han llegado a estas líneas, son la principal razón de los esfuerzos de los que aquí escribimos. Les deseo un Feliz año Nuevo y que el próximo año nos encuentre mejor preparados para la lucha cotidiana.

¿Qué tal durmió FCH? (XX)
 

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