viernes, 11 de enero de 2013

El Derecho (II)



por era-del-Ser.

Continuemos con el tema dejado suspenso en la entrega anterior: el derecho. Recordemos que éste es un término de larga tradición en la historia moderna del hombre y sus diferentes momentos que marcan la evolución de las sociedades humanas.

El filósofo, escritor y político francés Miguel Eyquem de Montaigne (1533-1592), hablando en relación al derecho, escribe: “las leyes se mantienen no porque son justas, sino porque son leyes; es el fundamento de la autoridad. Pero la autoridad no basta para hacer el derecho, por eso se necesita la máscara de la justicia”.

El filósofo político y teólogo holandés Hugo Grotius o Huig de Groot (Grocio) (1583-1645) quien fuera el iniciador del derecho internacional, hecho que le ganó el mote de “El legislador de la Europa moderna”. Para Grocio el objetivo del derecho es “restablecer la paz, por el reino del derecho entre los hombres y los estados de confesiones distintas; y llegar a consensos a pesar de sus oposiciones”.

El filósofo inglés Thomas Hobbes de Malmsbury (1588-1679), autor de la obra Leviatán con la que contribuyó al desarrollo de la filosofía política occidental, dice: “antes de establecer las leyes, no había ni justicia ni injusticia; allá donde no hay poder común, no hay ley; y donde no hay ley, no hay justicia. La ley es un orden, y en ella está la razón suficiente para obedecerle”.

Jean Domat (1625-1696), jurista francés, insistía en que las disfunciones de la ley eran originadas principalmente por la incertidumbre de las normas. Asume que el derecho como ciencia y dedica sus esfuerzos a su sistematización siguiendo los pasos de su antecesor Charles Dumoulin.

Para Baruch de Spinoza (1632-1677), filósofo neerlandés, en el estado de naturaleza el derecho inexistente, su origen es la cultura, en el estado de naturaleza existen acciones que son contrarias a la autoconservación por tanto la situación totalmente ajurídica es insoportable. El derecho aparece cuando los hombres transfieren sus derechos naturales a un soberano para acceder a un estado civil. El derecho toma forma de ley y la ley es el criterio de falta, de lo ilícito y por tanto la falta, que es la desobediencia a la regla, sólo es concebible dentro de un Estado.

Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu (1689-1755), pensador francés del tiempo de la Ilustración, escribe: “Cuanto más se acerca un gobierno a la República, su manera de juzgar se vuelve más fija, disminuye más el poder; porque el gobierno en el gobierno republicano es constitucional que los jueces sigan la letra de la ley”. De esta manera es que el pueblo gobierna a través de la ley y la libertad no es sino poder hacer todo aquello que la ley permite.

El filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau (1772-1778), autor de El Contrato Social y el Emilio, escribe: la ley “es una declaración pública y solemne de la voluntad general sobre un objeto de interés común”, por tanto, no hay voluntad general sobre un objeto de interés particular. Empero, el ideal jurídico es inalcanzable por tanto siempre se necesitaran leyes nuevas. El gran problema en política es encontrar una forma de gobierno que ponga la ley por encima del hombre, la dificultas estriba en la naturaleza del hombre.

El filósofo prusiano Immanuel Kant (1724-1804) separa la noción de la norma jurídica de la noción de la norma moral. Escribe: “El criterio del derecho es la coacción exterior. La moral tiene como finalidad la paz interior del alma”. Es de esta maneta que se cae dentro del orden jurídico cuando se actúa movido por el interés o por el temor.

Con este último filósofo cerramos el siglo XVIII de nuestra era. ES muy importante observar cómo, a través del tiempo, los criterios jurídicos se van refinando cada vez más al pasar de los años. Para entender nuestro propio tiempo es necesario conocer los antecedentes históricos que conlleva nuestra realidad. La importancia del conocimiento radica en que aporta una comprensión de la realidad capaz de generar nuevas formas que mejoren nuestras sociedades.

Espero que estos conceptos les permitan una mayor comprensión de nuestra realidad jurídica.

Les deseo un año 2013 pleno de satisfacciones y realizaciones, de esfuerzos coronados y de cosechas recogidas. Que la paz universal se haga una constante en vuestros hogares.

¿Qué tal durmió FCH? (XXII)

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